Cólico del
Lactante

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Qué es el cólico del lactante

Los cólicos del lactante se definen como el espasmo o contracción dolorosa del intestino de los bebés. Los cólicos suelen aparecer entre los quince días y los tres meses de vida, aunque hay bebés en los que pueden aparecer antes o después. Realmente, no se sabe a ciencia cierta qué provoca el cólico del lactante, se cree que son consecuencia de la inmadurez de su aparato digestivo.

El Método Rubio

El Método Rubio para los Cólicos del Lactante se realiza, como norma general, en dos sesiones: una primera elastificando la zona más externa y la segunda, 4 o 7 dias después, sobre la zona profunda. Las sesiones tienen una duración aproximada de entre 30 y 45 min cada una, debiendo realizarse siempre con el bebé relajado, para obtener un resultado de mejora o desaparición del síntoma superior al 90 por ciento. Este trabajo también mejora todas las funciones relacionadas con la alimentación, asimilación y eliminación de residuos en el bebé, consiguiendo además un aumento en su bienestar general, al mejorar el tiempo de sueño y el descanso.

En resumen, este trabajo armoniza, relaja y elastifica el intestino así como su sistema fascial, es decir, elastifica el contenido y el contenedor.

Cómo funciona

Para este trabajo utilizamos ligeras presiones, escuchando y esperando la respuesta del cuerpo, desde la zona más superficial a la profunda, penetrando por capas a medida que el cuerpo nos deja hasta conseguir la relajación del intestino. Las elastificaciones de la zona epigástrica se pueden realizar colocando al bebé a caballo sobre las piernas del terapeuta, o adaptándonos a las necesidades y la comodidad del bebé. Las demás posiciones que ven en las fotos son una muestra de las que se pueden utilizar para realizar el trabajo, adaptándonos al mismo tiempo a las necesidades y la comodidad del bebe.

Qué conseguimos

Con El Método Rubio para los Cólicos del Lactante conseguimos, de una manera natural, una mejoría, tanto en la alimentación del niño, que realiza tomas más correctas y mantiene mejor el tiempo entre ellas, como en el tránsito intestinal y en la evacuación de las heces y los gases, una mayor facilidad en el eructo, y como efecto secundario, se incrementa el bienestar general del bebé, al aumentar la calidad y el tiempo de sueño.

Reflejo de succión

Finalmente, no podemos olvidar, aunque no pertenezca al M.R.C.L. hacer una mención al reflejo de succión, que es la acción en la que comienza el acto de la alimentación en el bebé. Es una función muy importante, que el niño realiza muchas veces durante los primeros meses, y que provoca, en ocasiones, tensiones y dolor en la zona de la ATM limitando su alimentación.